viernes, 2 de julio de 2010

Importancia de la participación comunitaria en las escuelas Rurales

Importancia de la participación comunitaria en las escuelas Rurales
Ensayo
La relación entre la participación comunitaria y las escuelas rurales resulta relevante para aquellas personas que están inmersa en la educación rural, los especialistas en este tema coinciden en enfatizar que la comunidad, y particularmente los padres y madres de familia, deben de participar en la escuela, así mismo todos los actores sociales deben de considerar la escuela como el principal escenario de la participación plena y efectiva de la comunidad. Reconocer este enfoque es fundamental, porque efectivamente así se puede compartir la responsabilidad educativa entre la escuela y la comunidad, derivándose de ello la mejor articulación entre el aprendizaje escolar y la experiencia cotidiana de los/as niños/as.
De igual manera se vuelve una condición imprescindible que la escuela, por su parte, participe también en la comunidad. Y esto nos parece igualmente importante, cuando nuestros objetivos estratégicos pretender que la educación escolar se convierta en una de las vías fundamentales para alcanzar el desarrollo rural comunitario.
Según criterios de las autoridades de educación los problemas más graves que enfrenta el sistema educativo es la repitencia y la deserción, no obstante también se valora que la población que se encuentra fuera del sistema es altamente significativa, además se identifican otros problemas que están relacionados con una baja equidad y cobertura del servicio, baja eficiencia institucional, ausentismo escolar, deficiente presupuesto para cubrir las reales necesidades existentes en el país, el cual se refleja en las cifras manejadas por el Sis¬tema de Mejoramiento de la Educación Nicaragüense (SIMEN) donde aparece que la inversión del estado en la educación apenas ha sido del 4.0% o 5.0% del producto interno bruto (PIB).
Según el Ministerio de Educación, la población en edad escolar que se encuentra fuera del sistema está entre 800,000 y 1,000,000 en 1999, elevándose en el año 2001 donde la crítica situación que enfrenta Nica¬ragua a partir del deterioro económico, conflictos políticos sociales y el impacto de los desastres naturales contribuyen a agravar la situación.
Para muchos de estos padres y madres consultados, la escuela tiene un valor que viene dado por su propia realidad de vida. En primer lugar, la consideran una instancia que enseña, e instruye en el conocimiento básico formal: “En la escuela aprenden a leer, escribir, sacar cuentas para no ser ignorantes y que nadie nos engañe”. Y en segundo lugar, la escuela es percibida como una instancia de formación a largo plazo, en este sentido es interesante analizar la percepción de estos padres y madres consultados con relación a la escuela, le dan un valor por su carácter formativo, sin embargo, expresan que el ingreso de sus hijos (as) a la escuela no es tan fácil.
Identifican diferentes razones, entre ellas: accesibilidad; ya sea de distancia, adquisición de recursos mate¬riales, horarios y niveles educativos, es decir que las escuelas que se encuentran en el campo ofrecen hasta el tercer y cuarto grado, y los niños y las niñas no tienen otras alternativas para completar su enseñanza primaria, lo cual es un elemento desmotivador, Además de la inasistencia de las y los maestros, muchas es¬cuelas permanecen cerradas por inasistencia y la no asignación de maestros y maestras, situación tal, que se convierte en un factor desmotiante para niños y niñas, a la vez que discontinúan su proceso de enseñanza – aprendizaje.
Muchos de los progenitores, muy especialmente el hombre, le da poco o ningún valor a la escuela, sobre todo cuando no tuvo la oportunidad de asistir a ella, en ese sentido es muy usual escucharles decir: “La letra no le da de comer, ni le enseña a trabajar”, “El pobre tiene que trabajar desde pequeño para poder comer”, “La escuela no es para el pobre”.
Todas estas formas de pensamiento, nos lleva a considerar, que la pobreza y la falta de oportunidades para la educación y la satisfacción de las necesidades humanas básicas lleva a las personas a vivir el aquí y el ahora, sin posibilidades de construir un proyecto de vida futura a partir de sus propios recursos, confianza y seguridad en si mismo. Hay un debilitamiento de su autoestima como adultos que influye directamente en la identidad y autoestima de sus hijos e hijas.
Diferentes estudios, consultas y diagnósticos realizados en este campo nos reflejan que la mayoría de los padres, madres, hermanas (os), abuelas (os) y otros familiares cercanos de niñas, niños y adolescentes traba¬jadores, vivieron su infancia realizando labores agrícolas, ganaderas, domésticas y de comercio; limitando su vida escolar, ahora esta nueva generación trabajadora reproduce un modelo de vida que se centra en el trabajo, como un medio de supervivencia familiar, que es reforzada en primer lugar por la situación económi¬ca difícil que impacta los hogares nicaragüenses, en muchos de ellos la mujer juega el rol de jefa. Del total de mujeres jefas de hogar, el 48.0% aproximadamente, son madres solas jefas de familia, a menudo con prole numerosa.
Ante la situación descrita cabe la interrogante obligada ¿Qué debe hacer?
El involucramiento permanente de la comunidad en el proceso educativo de sus miembros y por ende el de sus niños/as, mediante acciones de promoción y sensibilización por parte de la comunidad educativa hacia los pobladores que contribuya al mejoramiento de la relación de esta comunidad educativa con los miembros de la comunidad. La conformación de una red de apoyo a las escuelas que coordinen la formulación de un pequeño proyecto educativo con vistas a solucionar las áreas problemáticas prioritarias y planifique estratégicamente actividades de apoyo sostenible a la escuela (mantenimiento de la infraestructura, cobertura, escolarización, nutrición infantil, formación de los docentes, reconocimiento magisterial, formación de padres sobre aspectos relacionados con la permanencia de los/as niños/as en la escuela, tales como salud integral, nutrición, derechos del niño/a, etc.)
Este principio no se está haciendo realidad en esta comunidad. Existe mucha apatía para participar en la educación de los niños/as. Esto se refleja por el bajo grado de escolarización, alto grado de repitencia, promoción escolar, deserción escolar y rendimiento escolar. También por la ausencia de los padres y madres a las reuniones y demás actividades escolares y extraescolares. Las acciones de los ONG para promover la participación de la comunidad en la escuela al parecer no han sido tan efectivas. En sentido general se presenta: Apatía, poca participación, desinterés, desintegración, Violencia, crisis de creencia y valores, sin referentes (a excepción de los referentes religiosos), sin liderazgo.
“La participación de la comunidad en la educación, en particular en el nivel de la educación básica, debe conjugarse con una responsabilidad y una intervención vigorosa del Estado, al cual corresponde desempeñar un papel importante para que todas las comunidades tengan las mismas oportunidades de que sus niños reciban una buena educación y los adultos tengan acceso a posibilidades de aprender para mejorar a la vez su actividad profesional y su calidad de vida”.
Resumiendo, el hecho de estar dentro de una comunidad no implica que la escuela pertenezca a ella exclusivamente. Aunque la escuela forma parte de la comunidad, su función no se agota allí. Necesariamente se mueve entre el contexto de la comunidad y el contexto nacional, y tiene que tomar en cuenta las exigencias de ambos. O sea, la escuela tiene que ser un lugar de participación comunitaria.
A la vez necesita formar a los alumnos como ciudadanos nicaragüenses y procurar que todos los niños y niñas del país de cualquier comunidad tengan las mismas oportunidades de educarse.
Identifican diferentes razones, entre ellas: accesibilidad; ya sea de distancia, adquisición de recursos mate¬riales, horarios y niveles educativos, es decir que las escuelas que se encuentran en el campo ofrecen hasta el tercer y cuarto grado, y los niños y las niñas no tienen otras alternativas para completar su enseñanza primaria, lo cual es un elemento desmotivador. Además de la inasistencia de las y los maestros, muchas es¬cuelas permanecen cerradas por inasistencia y la no asignación de maestros y maestras,
Bibliografía
Ministerio de Educación. 2005. Estadísticas anuales.
www.cedocsavethechildren.org.ni/biblio2002.html
Compilación de textos básicos sobre “La Educación en Nicaragua” Dr. Rafael Lucio. Managua. 2008.
Karla Dávila Castillo. Modulo Educación Rural: (Segunda Edición, Maestría Educación Rural) Pedagógica (apuntes para el debate, edición Nicaragua 2007).